Entre la cocina, las letras, los colores, los perfumes y la dicha de los afectos, me encuentro conmigo y celebro la fiesta de este intenso paso por el mundo
Riquísimas las moras, Karina. De pequeños limpiábamos los zarzales en cuanto maduraban, y nos teñíamos no sólo las yemas de los dedos de su color endrino, también (lo que era peor) manchábamos la ropa y, como no podía ser de otra manera, nos caía una buena reprimenda. Pero, ¿quién no lo ha hecho, una diez y cien veces?
2 probaron y opinaron:
Excelente imágen y me encantan las moras con crema.
Bsss.
Riquísimas las moras, Karina. De pequeños limpiábamos los zarzales en cuanto maduraban, y nos teñíamos no sólo las yemas de los dedos de su color endrino, también (lo que era peor) manchábamos la ropa y, como no podía ser de otra manera, nos caía una buena reprimenda.
Pero, ¿quién no lo ha hecho, una diez y cien veces?
Besos.
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