El cerebro, sus misterios y su belleza
En algún sitio algo increíble espera ser descubierto
Carl Sagan

Hace algunos años, mientras estudiaba psicología en la U.C.V, temblaba al imaginar lo que sería de mi vida cuando comenzara la materia "Neurofisiología". Yo, que me siento mucho más cómoda en el lenguaje artístico, subjetivo y emocional que en el científico, le tenía terror al asunto. Pero, apareció Claudina Albornoz (quien nos dejó huérfanos de ella prematuramente), con sus faldas de colores, su risa encantadora, sus agendas de Mafalda y sus clases maravillosas, y me invitó a enamorarme del cerebro y sus misterios. Luego de su primera clase, me sentí eufórica y pensé "Carajo... Debí ser valiente y estudiar medicina para dedicarme a la neurociencia". Desde ese momento, cualquier cosa relacionada con sangre, órganos o huesos me sigue provocando pánico, pero a la voz de cerebro, siento fascinación.
Hoy me encuentro con este estremecedor testimonio, de Jill Bolte Taylor, científica neuroanatomista, que tras dedicar su vida a la investigación de la enfermedad cerebral, un día se encuentra conque ella misma es un paciente. Su descripción de la vivencia del derrame cerebral es poesía pura, sus hallazgos como científica y como ser humano me parecen joyas de sabiduría.
Por alguna razón recordé a mi papá y una conversación que tuve con él cuando tenía diez años, yo había oído una palabra que me sonó rarísima y fui a consultarlo con él: "Papá ¿qué significa afrodisíaco?" mi papá antropólogo y profesor universitario me dio una clase sobre cuernos de rinoceronte, miel con almendras y pensamiento mágico, y al final me dijo "... Pero la verdad Karina, es que el único afrodisíaco que realmente funciona es el cerebro".




4 probaron y opinaron:

Victor Marin Viloria dijo...

Karina, en estos días leí un libro que habla sobre cómo el cerebro procesa la música y he quedado absolutamente cautivado con el tema. A todo el mundo le estoy diciendo: sabías que el cerebro esto? sabías que el cerebro lo otro? En fin, que ni yo mismo me soporto jeje. El cerebro es ciertamente fascinante.

abrazo grande

Anónimo dijo...

querida karina,
he quedado maravillada con éste regalo que nos has hecho... el mundo del los blogs, es un poco hemisferio derecho no crees? tu acabas de darme ésto a mí una x desconocida que vibró enormemente con las palabras de Jill y me enriquecí gracias a tu generosidad!!! yo soy psicologa también y además de trabajar en clínica escribo en una revista sobre grestaurantes de madrid y barcelona y tengo mi pagina comerconlila.com, en la que vuelco las crónicas de salir salir, la revista y otras cosillas (ahora me he puesto a recuperar mi experiencia en la cocina y a pedir los trucos de cocina y sus secretos más sencillos a los chefs de los locales que visito, pero eso lo estoy subiendo muy despacio... por ahora te linko en mi página para tenerte más a mano...
gracias por esta belleza que compartiste con nosotros.

Karina Pugh Briceño dijo...

Querido Victor, goza tu fiebre... Yo pasé por la mía y andaba todo el día tratando de darme cuenta de cuando mi formación reticular se activaba para indicarme que ya era hora de dormir o de despertarme... jejeje

Querida Lila, acabo de visitar tu bella página. Muchísimas gracias por tus palabras y por tu sensibilidad. Tienes razón, la blogósfera es misteriosa y generalmente nos aporta cosas lindas e interesantes. Entrar en tu hogar virtual fué muy lindo, tanto por ver el contenido como por hacerme recordar mis días en Barcelona trabajando en una masía y aprendiendo la belleza y delicadeza de la cocina catalana tradicional. Eres bienvenida siempre aquí y ya te enlazo.

Muchos cariños a ambos

Lila Ortega dijo...

Gracias!!! me encanta tu generosidad. Seguiremos en contacto en nuestras casas virtuales, pero también en las reales porque supongo que volver a Barcelona es una asignatura pendiente... así que cuando apruebes, tendrás otra cómplice esperándote por aqui, para hacer arqueología gastropsicológica jajaja
Un abrazo feliz