Gastrónomos

Dícese de las personas que se encargan de descubrir nuevos astros culinarios.

Dícese de los críticos gastronómicos que acostumbran a perderse por los mundos de la cocina.

Dícese de los soñadores que vuelan a otros planetas en busca de novedades culinarias.

Dícese de los eruditos que cocinan sideralmente.

Dícese de los curiosos que hacen de sus espacios lugares de sabiduría coquinaria.

Dícese de los individuos estudiosos de las estrellas, los astros y las ostras.

Dícese de los salseros, que sólo cocinan en ausencia de gravedad.

Dícese de las celestinas, que convocan al Sol y a la Luna a una cena romántica.

Dícese de los “expertos”, que para cocinar necesitan varios mundos a su alrededor.

Dícese de los astronautas sibaritas.

Dícese de ciertos cocineros que traspasan la atmósfera.

Dícese de los pinches, que gravitan en torno a ti ayudándote a cocinar.

Dícese de directores de cine griegos (Un Toque de Canela de Tassos Boulmetis), que mezclan sabiamente el estómago con las estrellas.



Los signos y su forma de comer
Yo que duermo como tauro, respiro como tauro, pienso como tauro y cocino como tauro, me quedé muy impresionada al leer el post más reciente de http://cronicasgourmet.blogspot.com///. La descripción más certera que he leído en mi vida sobre cómo como y cocino.
Dense un paseíto por allá, pues tiene el link al diario El Universal de dónde sacó la información y donde está la descripción de los demás signos.

El impresionismo se come

El impresionismo me conmueve, los intensos colores, las formas desdibujadas, la rebeldía, la atención que puso sobre los momentos cotidianos de la vida. Aquí ejemplos de impresionismo comestible de los pinceles de Manet y Monet.

Imagenes






La alta cocina y la escatología.

Tendrá que ver la cocina más importante del mundo con los actos escatológicos de todos los seres humanos? (al menos de todos los sanos)... Pues sí.

Mi súper héroe Santi Santamaría, el primero (y tal vez el único) que habló de una ética del gusto, que llevó los productos de su Catalunya a niveles de sofisticación y honestidad sorprendentes, el autodidacta que sólo ha trabajado en su Racó de Can Fabes y que tiene 3 estrellas Michelín, el que tiene la voz pedregosa y el verbo incendiario, ha dicho:

Y lo dijo nada más y nada menos que en Madrid Fusión.

No es encantador? No es precisamente lo que debe decir una autoridad como él ante el avance inminente de tanta espumita, airecito, soplidito y ventolera ? Hace años que Ferrán Adriá no hace una espuma y todavía la gente está pegada reproduciéndolas creyendo que es el último grito y mirando la cocina tradicional con desdén.

Afortunadamente, en las más agudas cumbres de la altísima cocina, hay gente sensata que nos recuerda que lo único que deberíamos hacer los cocineros es respetar la materia prima, trabajar con honestidad y encontrar la felicidad brindándosela a los comensales.