Sobreviví a Expo pimienta 2009


Con infinitos problemas de organización, se llevó a cabo el 1er Congreso de Identidad
Gastronómica y la Expo Pimienta en Maracaibo desde el 3 hasta el 5 de Marzo.

La desorganización se evidenció, por ejemplo, en ausencias muy sentidas de invitados que no lograron llegar (entre ellos Tomás Fernández: Tenedor de Oro 2009, Merlín Gessen, la orquesta típica del estado Zulia, Mauricio García y Juan Alonso Molina).

Yo participé en 2 oportunidades: la primera con mi ponencia "La lúdica en el proceso del aprendizaje gastronómico" y "Cantos y Cuentos gastronómicos" junto a mi esposo Reinaldo Angulo. Desde Diciembre estaba claro que los cuentos y los cantos los íbamos a compartir con la Orquesta Típica del estado Zulia en una de las plazas del barrio Santa Lucía, pero, sin explicaciones de ningún tipo, nuestro concierto se llevó a cabo en las instalaciones del Hotel del Lago en ausencia de la orquesta. Afortunadamente, el público asistente, ávido de participar, entusiasta, lleno de inquietudes y calidez, compartió con nosotros de manera muy intensa.

Tuve la oportunidad de presenciar varias ponencias maravillosas: La exquisita Jacqueline Goldberg nos deleitó con su verbo y su poesía en una reflexión sobre el lenguaje culinario y la importancia de redactar el menú. Vanessa Rolfini nos descubrió al estado Falcón con la multiplicidad de sabores y el ingenio de la cocina del desierto, Sumito Estevez, con total dedesparpajo, habló de su experiencia como cocinero y de lo maravilloso que es montar "su propia taguara".

Tamara Rodríguez, otra exquisitez, recorrió 1200 kms desde Paria con sus chocolates, su sentido del humor y su sabiduría sobre la cocina pariana. Mi amiga queridísima Johanna Linares nos habló sobre el drama de la ausencia de productos con denominación de origen en Venezuela, María Elena Conde nos dió un paseo hermosísimo sobre la delicadeza de las vajillas históricas, y la encantadora Yelitza Acosta nos habló sobre los 7 hábitos del cocinero altamente efectivo.

Fué un lugar de encuentro entre amigos que, como buenos venezolanos, se sobrepusieron al desorden y el incumplimiento, se rieron de sí mismos y se entregaron a hacer lo que mejor les sale: compartir con los demás sus talentos.