Camisa de once varas

¿No te ha pasado alguna vez, que la tentación de enredarte la vida es irresistible? ¿No has sentido alguna vez que eres feliz justamente porque te estás complicando y eso hace que despliegues todas tus artes para salir del entuerto?

Eso, justamente me pasó a mí durante todo el tiempo en el cual estuve ausente de mi blog. No argumentaré falta de tiempo, ni bajón creativo, ni compromisos ineludibles: mi argumento es la complicación de mis neuronas que, a veces, prefieren dedicarse a la crudeza de la vida, a las dificultades y a buscarle las cinco patas al gato que al placer íntimo y autogratificante de escribir aquí.

Y como hablo del placer, principio y fin del sentido de la vida de todo cocinero, y el placer está unido a la felicidad, quiero postear hoy, y como acto de reivindicación, un deleite de video de una de las personas a quien yo más quiero en este mundo: Eduard Punset. Él no me conoce, pero, su sola existencia, el talento que tiene para explicarle a las masas las cosas más profundas de la ciencia y su dedicación al tema de la felicidad, hacen que él tenga un espacio en mis afectos.

Disfrútenlo: