Libertad multicolor
Este tema es espinoso: hoy se celebró la Marcha del Orgullo Gay en Caracas. Un montón de gente (valientísima) salió a marchar. Multi color, multi pensamiento, multi orientación sexual, multi convicción política; unidos por el hecho de llevar, entre el pecho y la espalda, un anhelo que decidieron hacer público corriendo los riesgos que eso significa.
Yo tengo una opinión personal (claro) al respecto: me moriría de tristeza si yo no pudiera tomar de la mano al amor de mi vida en la calle porque se ve feo. Me moriría de indignación si alguien se sintiera con el derecho de criticarme, y hasta juzgarme de inmoral, por sentir amor... O deseo. Me invadiría la ira si alguien me calificara como persona utilizando el criterio de mi comportamiento íntimo. Se me despertaría el instinto asesino si yo recibiera burlas por mi manera de hablar, caminar o gesticular.
Alguien una vez me dijo que ser homosexual era contranatura. Para mí natura ha demostrado ser una madre cruel. Siembra en el corazón de algunos de sus hijos un deseo y en el corazón de los otros la convicción de que pueden lanzar la primera piedra. Natura y su tremenda tendencia a la destrucción y al derroche de desastres: tsunamis, terremotos, inundaciones, tornados; natura y la pirámide alimenticia: el depredador y su presa; natura y la contradicción del alma del ser humano: víctima y victimario de sí mismo, me hace pensar que natura no necesita ser complacida y menos con el comportamiento sexual del homo sapiens.
Mi opinión es que el erotismo en general, aquella cosa maravillosa en la cual se sublima el deseo sexual para convertirse en poesía de la piel, es totalmente contranatural pues no es reproductivo y los animales (los mejores representantes de natura) van a lo que van sin besos, sin caricias, sin promesas, sin amor. Mi opinión es:¡Que viva lo contranatural! los tacones altos, los tintes para el cabello, los pantalones strech, el vino tinto, el queso azul, la cocina tecno emocional, las cremas hidratantes, los aviones, el chat, la monogamia.
Y si el argumento es religioso, aquellos que creen en el maravilloso y amorosísimo Jesús deberían recordar que dijo que de su presencia en adelante sólo un mandamiento deberíamos seguir: Amarnos los unos a los otros, al prójimo como a nosotros mismos. A veces me imagino la cara de pánfila que pondré si el juicio final existe:
Jesús: Kary, hija ¿conseguiste encontrarme a mí en tus hermanos? ¿conseguiste amarlos?
Kary: Ehhh... Bueno... A algunos.
Jesús: ¿A algunos? ¿Cómo es posible? mi resplandor se manifiesta en TODOS... ¿No lo viste?
Kary: (en el colmo de la verguenza) No... En los que eran muy diferentes a mí, no.
Jesús: Hijita... Cuánto lamento que hayas perdido el precioso y cortísimo tiempo en la tierra...

Fotos de la parranda multicolor a la que llegué por accidente









P.D: Gracias a los amables modelos que se dejaron fotografiar sin decir ni pío.