Mc Donald´s se ejercita

Me impresiona leer que la cadena de comida rápida Mc Donald´s está muy preocupada por asociar su nombre a lo verde y la comida sana (¡es como querer asociar el smog a la buena salud!) y por tal razón han incorporado en varios de sus “restaurantes” mini gimnasios que sustituyen sus coloridos parques de toboganes.

Jamás me ha gustado Mc Donald´s, no sólo por lo agresivo para la salud que es, sino porque su propuesta gastronómica no es ni siquiera mediocre, para mí es como comer papel bond con un baño de cloro. La comida de Mc Donald´s no es solo basura por su carga calórica, sino por sus sabores plásticos y sus inútiles intentos de ofrecer limpieza a cambio de un mínimo de sazón.

Y me gusta menos ahora. Querer disfrazarse con el traje de la preocupación por la salud cuando ofrecen comida basura, guarnecida por la promesa de que allí encontrarán la felicidad, me parece como mínimo, despiadado. Si conservaran su identidad y no trataran de convencer a nadie de lo que no son, entonces, serían coherentes, este intento me parece desesperado y patético. Es simple, no me gusta que me mientan.

Cada vez que veo a un padre complacer a un niño embelezado con la idea de comerse una “cajita feliz”, cuando pudiera estarse comiendo una arepita o un sanduchito con queso, se me parte el corazón. No son arranques patrióticos, no creo que necesariamente la comida casera sea siempre mejor que la industrial (muchas veces es peor), lo que creo es que hay comida buena y hay comida mala, y la de Mc Donald´s es, para mí, la peor.

Ojala que el ejercicio agudice el paladar de los “habitués” de la comida basura.

Imagen

Este Domingo

Este domingo, fui a votar, con el corazón en la mano y las tripas revueltas.

En la noche oí el resultado. Me costó dormirme, la fiesta ajena me desveló.

Ayer leí, entristecida, lo que Rafael Osío Cabrices en su bellísimo blog escribió, concordé con él en todo y una sombra oscura me cubrió los pensamientos. No sirvieron las goticas de chocolate bitter que tengo al lado de la cama para reanimarme.
Pero luego, por esas coincidencias deliciosas que siempre ocurren cuando el alma pide consuelo, leí lo que él mismo escribió en su espacio de Todo en Domingo “La Vida Sigue"

Aún sigo creyendo que esto es cierto

Salgo a votar

En estos momentos, me dirijo a hacer la cola enorme para votar.

Los pensamientos y emociones de los venezolanos parecen una bruma que todo lo abarca. Lo que tengo claro es que lo único que puedo hacer, lo que está en mis manos, es votar.

Amigos venezolanos y extranjeros, hoy no es un día cualquiera, en Venezuela estamos haciendo historia hoy, no es una elección rutinaria, nos estamos jugando el pellejo.

En la esperanza de un mañana mejor... Voy saliendo

Imagen