Lo que yo quiero


Yo no quiero que me digas que me quieres,
yo lo que quiero es jugar
y sentarnos en un campo por la tarde
y comernos los besos con pan.

Yo quiero también noches de insomnio
para contarnos nuestro dolor,
quiero morir de amor mientras te canto
susurros inconfesables de candor.

Quiero comer mantequilla de tus dedos,
mango de tu boca, almibar de tu piel.
No quiero promesas de velero,
angustias pequeñitas, sonrisas de papel.

Quiero, algún día, un hijo tuyo,
dos gatos, una lámpara y una planta de ají.
No quiero mediodías de silencio,
pesares gratuitos, o que llores por mí.

Lo justo es decir que quiero todo:
tu música, tus latidos, tu aroma acanelado,
tu alma confundida con la mía,
tus caricias golosas de papelón melado.