Feliz Navidad

Mi amiga Raiza Andrade me envió este bellísimo deseo y quiero compartirlo.


Antigua Bendición Franciscana:


Que Dios te bendiga con inconformidad...ante las respuestas fáciles, las verdades a medias y las relaciones superficiales...
Para que puedas vivir plena y auténticamente;

Que Dios te bendiga con indignación...Ante la injusticia, la opresión y la explotación de otros...
Para que puedas luchar por la justicia, la libertad y la paz de todos;

Que Dios te bendiga con lágrimas... Ante el dolor, la explotación y la violencia que sufren los demás...
Para que puedas extenderles tu mano solidaria;

Y que Dios te bendiga con suficiente locura... Para creer que tú sí puedes ser lo que decides ser... Y hacer una diferencia en este mundo.


Cena de navidad

A que más de una vez han cocinado así para navidad...

Murió el genio

Joseph Barbera junto a William Hanna, crearon un mundo de personajes inolvidables y momentos divertidísimos, nos dieron un humor inteligente que trasciende el tiempo. Hoy sus dibujos animados son tan vigentes como en la época en que nacieron.

Joseph Barbera murió a la venerable edad de 95 años el Lunes 18 de Diciembre de 2006. Legó varias generaciones de herederos de su arte ingenioso y un montón de carcajadas regadas alrededor del mundo.

Yo que soy amante de los gatos, soy fan de Tom y Jerry, me puedo desmayar de las risas cada vez que los veo como si fuera la primera vez. Les dejo aqui uno de mis episodios favoritos, no se pierdan la imitación de Carmen Miranda.

El eros de los vegetales

Fuí vegetariana durante 12 años, hice mi transición al omnivorismo cuando comencé a estudiar cocina. Recuerdo esa época como muy feliz, comí divinamente y no me privé de nada, descubrí el orégano, las berenjenas y la cúrcuma en esa época. Mis únicas nostalgias eran los frutos del mar y el kibbe crudo y compensaba esas ausencias con alcachofas, champiñones y aceitunas.

Aqui les pongo un comercial ingenioso, los vegetarianos recrean el erotismo a punta de ajíes y espárragos.



Murió el dictador

Recuerdo que cuando era una niña, en los años 70´s, mi mamá recibió en casa a una chica chilena que huía de la dictadura. Recuerdo que a mi abuela no le gustaba porque opinaba que tenía pensamientos muy liberales, a mi me parecía muy bonita, con ojos grandes y siempre maquillados; ella siempre me consentía.

Y ella forma parte de los chilenos que guardo en mi corazón, Pablo Neruda (quien me enseñó a enamorarme), Gabriela Mistral, Isabel Allende con sus espíritus y su recetario, el ingenioso y divertidísimo Antonio Skármeta y su Postino, el valiente Victor Jara... Y por supuesto la música del Quilapayún y de Violeta, Isabel y Angel Parra, con la que mis padres arrullaron mi infancia.

Hoy se cierra un ciclo de dolor en Chile con la muerte del dictador, del asesino, del ladrón.

Tarde llegó la justicia; la enfermedad, la demencia y la muerte se adelantaron; tal vez sea necesario que la justicia en latinoamérica camine más rápido, que abandone la modorra, que se quite la venda de los ojos y mire, de una buena vez por todas, la realidad.

Vivan las empanadas perfumadas con comino, los mariscos siderales, el curanto, el vino tinto y el manjar blanco... Viva el hirviente caldillo de congrio!!!!


ODA AL CALDILLO DE CONGRIO

En el martormentosode Chile vive el rosado congrio,

gigante anguila de nevada carne.

Y en las ollas chilenas, en la costa,

nació el caldillo grávido y suculento, provechoso.

Lleven a la cocina el congrio desollado,

su piel manchada cede como un guante

y al descubierto queda entonces el racimo del mar,

el congrio tierno reluce ya desnudo,

preparado para nuestro apetito.

Ahorarecoges ajos,

acaricia primero ese marfil precioso,

huele su fragancia iracunda,

entonces deja el ajo picado

caer con la cebolla

y el tomate hasta que la cebolla

tenga color de oro.

Mientras tanto se cuecen con el vapor

los regios camarones marinos

y cuando ya llegaron a su punto,

cuando cuajó el sabor

en una salsa

formada por el jugo del océano

y por el agua clara

que desprendió la luz de la cebolla,

entonces que entre el congrio

y se sumerja en gloria,

que en la olla se aceite,

se contraiga y se impregne.

Ya sólo es necesario dejar en el manjar

caer la crema como una rosa espesa,

y al fuego lentamente entregar

el tesoro hasta que en el caldillo

se calienten las esencias de Chile,

y a la mesa lleguen recién casados

los sabores del mar y de la tierra

para que en ese plato tú conozcas el cielo.

Pablo Neruda

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Mc Donald´s se ejercita

Me impresiona leer que la cadena de comida rápida Mc Donald´s está muy preocupada por asociar su nombre a lo verde y la comida sana (¡es como querer asociar el smog a la buena salud!) y por tal razón han incorporado en varios de sus “restaurantes” mini gimnasios que sustituyen sus coloridos parques de toboganes.

Jamás me ha gustado Mc Donald´s, no sólo por lo agresivo para la salud que es, sino porque su propuesta gastronómica no es ni siquiera mediocre, para mí es como comer papel bond con un baño de cloro. La comida de Mc Donald´s no es solo basura por su carga calórica, sino por sus sabores plásticos y sus inútiles intentos de ofrecer limpieza a cambio de un mínimo de sazón.

Y me gusta menos ahora. Querer disfrazarse con el traje de la preocupación por la salud cuando ofrecen comida basura, guarnecida por la promesa de que allí encontrarán la felicidad, me parece como mínimo, despiadado. Si conservaran su identidad y no trataran de convencer a nadie de lo que no son, entonces, serían coherentes, este intento me parece desesperado y patético. Es simple, no me gusta que me mientan.

Cada vez que veo a un padre complacer a un niño embelezado con la idea de comerse una “cajita feliz”, cuando pudiera estarse comiendo una arepita o un sanduchito con queso, se me parte el corazón. No son arranques patrióticos, no creo que necesariamente la comida casera sea siempre mejor que la industrial (muchas veces es peor), lo que creo es que hay comida buena y hay comida mala, y la de Mc Donald´s es, para mí, la peor.

Ojala que el ejercicio agudice el paladar de los “habitués” de la comida basura.

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Este Domingo

Este domingo, fui a votar, con el corazón en la mano y las tripas revueltas.

En la noche oí el resultado. Me costó dormirme, la fiesta ajena me desveló.

Ayer leí, entristecida, lo que Rafael Osío Cabrices en su bellísimo blog escribió, concordé con él en todo y una sombra oscura me cubrió los pensamientos. No sirvieron las goticas de chocolate bitter que tengo al lado de la cama para reanimarme.
Pero luego, por esas coincidencias deliciosas que siempre ocurren cuando el alma pide consuelo, leí lo que él mismo escribió en su espacio de Todo en Domingo “La Vida Sigue"

Aún sigo creyendo que esto es cierto

Salgo a votar

En estos momentos, me dirijo a hacer la cola enorme para votar.

Los pensamientos y emociones de los venezolanos parecen una bruma que todo lo abarca. Lo que tengo claro es que lo único que puedo hacer, lo que está en mis manos, es votar.

Amigos venezolanos y extranjeros, hoy no es un día cualquiera, en Venezuela estamos haciendo historia hoy, no es una elección rutinaria, nos estamos jugando el pellejo.

En la esperanza de un mañana mejor... Voy saliendo

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Food Culture Museum y las lenguas en Latinoamérica

En Barcelona, España, existe el lugar de mis sueños, el Food Culture Museum. Un lugar donde se hace investigación gastronómica, exposiciones de arte, se desarrollan colecciones de libros, menús y accesorios culinarios.

Una de sus embajadoras es la chef Montserrat Guillén, una catalana exquisita, dueña del restaurant TransEAT, en el cual, la especialidad es la cocina con insectos. Ella estuvo aqui en el SIG 2004 y trajo sus bichitos, debo decir que me dí un banquete con los deliciosos grillos, paticas de saltamonte, gusanitos fritos, hormigas y escorpiones en brochetas... Saben camarón crujiente, a un camarón muy intenso.
La misma gente del Food Culture Museum, trajo a Venezuela y a 13 ciudades de España y Latinoamérica, en el 2002, su exposición "Sabores y Lenguas", un espacio lúdico y de belleza asociada al hecho gastronómico, con referencias propias de cada ciudad, platos en el suelo adornados con la creatividad local y fotografías de íconos culinarios caraqueños, los infaltables perros calientes, arepas y "raspaos". Yo disfruté mucho esta exposición, pues era interactiva, había una pared en la cual, los visitantes podían escribir dichos sobre la gastronomía venezolana.

Acabo de encontrar un lugar donde todo esto está registrado... Los caraqueños hablaron de los "mangos bajitos" del "arroz con mango" y de nuestras comidas festivas.

Los hijos de mis amigos...




Mientras Manuel le da tetero a Nicolás, su hijo recién nacido, Carlos arma fachadas con pan de jengibre y hace bombones, ambos están en Miami y son mis amigos cocineros .

En el éxodo de jóvenes que se da en Venezuela de manera masiva desde hace algunos años, estos dos amigos queridos se fueron a cocinar en el bunker de los latinoamericanos en norteamérica, Miami.


Cuanto los extraño... Cuanto me gustaría compartir con ellos las dichas de sus hijos, uno de ojos negros y cachetes rosaditos, los otros de harina, especias y chocolate.

A veces pienso que uno trata a los platos que hace como hijos instantáneos y fugaces, les dedica atención, cuidado, disciplina y al final los suelta para que sean independientes y vayan a parar en las manos de otros.

Hoy estoy con las nostalgia a millón... Bendiciones de su tía en Caracas

La tradición y la innovación... ¿Por qué pelear?



Lo confieso, me encantan Ferrán Adriá y Heston Blumenthal, por valientes, ingeniosos, simpáticos, libres y buenmozos.

Lo que no me gusta es que los cocineros que están influenciados por ellos, los copien groseramente, se adjudiquen autorías y crean que están “adelantados”.

Usando una metáfora musical, es como pensar que el Hip Hop, un fuerte movimiento con profundas raíces urbanas, contenidos que van desde la protesta social hasta el más soez abordaje sexual y que ahora es lo “último”, sea lo más avanzado y que al jazz, el rock and roll o el polo margariteño estén en la cola.

La utilización de instrumental tecnológico en la cocina no es nueva, cuando se inventaron los electrodomésticos, lo máximo era licuar las frutas, cuando se inventó el microondas, hasta el café fue a parar en sus bandejas rotatorias. El agregado de químicos en la comida tampoco es nuevo (por desgracia), desde hace años cualquiera puede añadir glutamato monosódico a unos huevos fritos, o se puede amasar un pan con goma xantan. La transformación de los alimentos es muy antigua, ¿o es que convertir yuca, amarga y venenosa, en cazabe, dulce y comestible, no es un acto de alquimia?

Yo reconozco y aplaudo los aportes de Blumenthal y Adriá a la cocina, sobre todo, porque vienen de lugares recientemente importantes en la culinaria mundial, desplazando a los franceses, clásicos líderes de la cocina occidental. Reconozco que sus cocinas son inspiradoras, incluso poéticas; Blumenthal, haciendo un derroche de modestia, hizo una serie de programas llamados “Laboratorio Culinario” en el cual se mostró como un niño grande en una juguetería epicúrea, mezclando chocolate con queso azul y piña con chiles, develando el secreto de las papas fritas perfectas y haciendo helados instantáneos. Adriá le ofreció a Tony Bourdain una cena que lo dejó boquiabierto y sin palabras, y al día siguiente se lo llevó a un restaurant humildísimo en Roses (Girona) a comer pescado frito.

Es decir… Que los padres de esta cocina son, gente normal, juguetona, que hacen una cocina inventiva, desenfadada, retadora, pero que al mismo tiempo comen helados y pescado frito… Los padres de esta cocina no andan peleando con nadie para “defender” sus creaciones, al contrario, son tipos encantadores, trabajadores, consagrados a su vocación, generosos al compartir sus secretos. ¿Cómo entonces es que, cocineros cuyos trabajos están inspirados en ellos, digan cosas como que el que hace atún abrazado se quedó en el pasado, o que, nosotros, los cocineros de la cocina clásica sentimos envidia por no pertenecer a esa “cúpula de la nueva sapiencia gastronómica”?

Para mí decir eso es como, usando de nuevo una imagen musical, que todas las cantantes deberían querer cantar como Shakira (a quien admiro y disfruto) porque ella innovó y propuso un estilo de cantar diferente y que aspirar al canto operático, por ejemplo, es ser anacrónico. Una vez leí a Gabriel García Márquez quien decía que uno debe evitar parecerse al autor que más admira y Antoni Gaudí, en un derroche de genialidad, dijo que ser original era volver al orígen…

La novedad es bellísima, a mí me encanta, admiro profundamente a quienes tienen el coraje de salirse de lo tradicional y proponer cosas nuevas, la creatividad es una de las cualidades humanas que más me conmueven, pero aprecio mucho también las cosas clásicas, y para muestra estos botones…Siempre regresamos a Ella Fitzgerald, Mozart, Mercedes Sosa, María Callas, Simón Días, Los Beatles, Beethoven, Freddy Mercury, Celia Cruz o Rubén Blades, porque hay sólo dos tipos de arte, el bueno y el malo, no importa si se está haciendo justo en este instante o pertenece al griego antiguo.

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Lo sagrado del comer...

Encontré en el hermoso blog Cocinalia este maravilloso proverbio vietnamita:

"El cielo castiga, el cielo reprende, pero el cielo no hace nada de esto cuando la gente está comiendo."

Volver… Poesía visual de la feminidad

Mientras Penélope Cruz, cuya belleza se ve intensificada con años y kilos, corta pimentones, sirve comida para una compañía de cinematografía y se embriaga con el aroma de la hierbabuena, guarda un secreto. Uno que se repite, que persigue a las mujeres de su familia, que las condena y las exorciza. Las historias son circulares, los afectos van y vienen, los dolores cicatrizan y se abren con el tiempo para volver a cicatrizar, los muertos reviven y sanan, los vivos están muertos, nada se cuestiona. En La Mancha (como en México, Colombia o Bolivia) la muerte es la vida y viceversa.

Pedro Almodóvar, ese genio del tabú que conoce el universo femenino mejor que nosotras mismas, muestra con ternura y sin concesiones como viven, entre otras cosas, el cáncer, la pérdida, el incesto, la traición, el asesinato, la dignidad, la mentira, la locura y las apariciones fantasmales, unas mujeres que están unidas por un lazo invisible de amor y solidaridad.

Es obvio el entrenamiento de Cruz en los fogones, tuvo que tenerlo para “Woman on top” de la venezolana Fina Torres. Toma el cuchillo como una experta. Hay bastante contenido gastronómico en la película, una cocinera que improvisa una cena para un gentío con lo poco que tiene, mojitos hechos por una prostituta dominicana entrada en carnes, rosquillas y mantecadas manchegas, “tupers” llenos de comida hecha con el amor del más allá y un congelador con un contenido macabro.

Volver no es estrictamente un drama, no es estrictamente una comedia, es la vida tal cual es, risiblemente siniestra, dolorosamente cómica. En todas sus películas, Almodóvar camina sobre la cuerda floja entre el ridículo y lo sublime, en esta lo hace con ingenio, dibujando hermosamente escenas de intensa profundidad emocional. El tango Volver, es cantado por bulería por Estrella Morente, y Penélope se adueña de su voz doblándola con maestría.

Yo, le regalo mi corazón a Almodóvar, por hacerme estremecer con cada película, por mostrarme mundos tan distintos al mío y al mismo tiempo idénticos, por usar el color rojo en sus películas como si fuera otro personaje, por encontrar siempre un espacio para una reunión de amigos donde alguien canta, por haber bautizado su productora con uno de mis conceptos favoritos “El Deseo”, por haber incorporado a mi espacio amoroso a gente como “La Agrado” y Manuela, Benigno y Marco, Leo y Amanda Gris y ahora, Raimunda, su hija, su madre fantasma (exquisitamente interpretada por Carmen Maura), la tía (Chus Lampreave, reina entre todas) Sole y Agustina
Dense un gusto




Mañana salgo en Televisión!!!


Los amables amigos de CMT me invitaron a cocinar en el programa "Sabor a Chef" mañana, 21 de Noviembre de 2006, a las 11 am.

Ando nerviosilla, pues, aunque no tengo ni rastros de miedo escénico, siempre hacer algo por primera vez asusta, jamás he cocinado en tv... Y menos en vivo!!!!

Deséenme suerte...

Eduardo es un gran cacao


Mi alto pana Eduardo Delgado, cuyas letras siempre son una delicia, me envió esta belleza que escribió, conmovido por un regalo cacaotero que le hicieron. Disfrútenlo.

El Gran Cacao

He recibido de una gran escritora un regalo: Bolitas de cacao.
Cristina, que así se llama mi benefactora ha inundado mi alma con el olor de esas benditas costas orientales donde el verde salvaje del follaje lucha con el verde esmeralda del mar. No por casualidad el nombre científico del Cacao es "Theobroma Cacao", etimológicamente "Alimento de los dioses"... Y uno se imagina a Ganímedes afanaíto allá en el Olimpo hirviendo leche y rallando Cacao para endulzarle la vida a Zeus cuando tenía aquel gran dolor de cabeza luego que de ella afloró Atenea.
Acá en Venezuela, antes que se descubriera que el Petróleo servía para otras cosas que ensuciar las alpargatas, las arcas se llenaban con las ventas de Café y Cacao. Porque, si no lo sabian, no solamente tenemos las mujeres mas bellas, el salto de agua mas grande, sino que tenemos el mejor Cacao del mundo. Vuelvo... Dado que las fortunas se amasaban a punta de chocolate, se les dió a llamar "Grandes cacaos" a las personas cuya opulencia era evidente.
De algún modo me siento un "Gran cacao", no tanto por la opulencia financiera, sino por la opulencia espiritual con que ese Cacao inunda en mi alacena. Gracias Cris, te devuelvo en bendiciones esas esferas de opulencia.


Mis primeros 2000

Doy las gracias, llena de emoción y entusiasmo, a mis prmeros 2000 visitantes. Este blog ha significado para mi, mucha diversión, responsabilidad, inversión emocional y cariño. me he contactado con gente linda, he compartido intimidades y notas gastronómicas, he escrito más que nunca... Y estoy feliz...


GRACIAS!!!


La Belleza Curvilínea


Mi amiga querida Mayela Quesada me envió un escrito, hecho por un anónimo, de una belleza y una fuerza tan conmovedora que lo pongo aqui tal como me llegó (hago sólo 2 comentarios señalando desacuerdos con el autor del escrito y otros en completo acuerdo)
Si alguien conoce a este personaje maravilloso del universo masculino, por favor, háganlo saber para darle el crédito.


1) Nos importa un carajo cuanto pesan. Es fascinante TOCAR, ABRAZAR Y ACARICIAR el cuerpo de una mujer. PESARLA, no nos produce ningún efecto.
2) No tenemos la menor idea de lo que es un talle. Nuestra evaluación es VISUAL. Es decir, si tiene forma de guitarra, está buena. No nos importa cuanto mide en centímetros. Es una cuestión de proporción, no de medida.

3) El prototipo IDEAL del cuerpo de una mujer... son las modelos de almanaques de gomería. Curvilíneas, pulposas, femeninas... esa clase de cuerpo que de un solo golpe de vista uno identifica sin duda alguna y en una fracción de segundo: MUJER. Las flaquitas que desfilan en las pasarelas, siguen la tendencia diseñada por modistos, que dicho sea de paso, son TODOS PUTOS , y odian a las mujeres y compiten con ellas (No estoy de acuerdo, ni todos los diseñadores son gays, ni todos odian a las mujeres). Sus modas, son lisa y llanamente agresiones al cuerpo que odian (también en desacuerdo... Y voy solo a nombrar a Angel Sánchez, que ha hecho ver bellísimas a infinidad de mujeres)


4) No hay belleza más irresistible en la mujer que la FEMINIDAD Y LA DULZURA. La elegancia y el buen trato, son equivalentes a mil Viagras.

5) El maquillaje se inventó para que las mujeres lo usen. Úsenlo. Para andar a cara lavada, estamos nosotros.

6) El pelo, largo o corto, pero femenino. Para cortes masculinos estamos nosotros. (Con la excepción de Siead O Connors, que se ve bellísima con su cabello al ras)

7) Las faldas se inventaron para que luzcan sus magníficas piernas. Para que carajo se las tapan con pantalones anchos? ¿Para que las confundan con nosotros?

8) Una lola es una lola, las caderas, son caderas y punto. Si la naturaleza les dio ese aspecto curvilíneo, es por algo y reitero: A NOSOTROS NOS GUSTAN ASI. Ocultar esas curvas, equivale a tener tu mejor sillón embalado en el sótano.

9) Es una ley de la naturaleza que todo aquel que se casa con una modelo flacucha, anoréxica, bulímica y nerviosa al poco tiempo se elige una amante pulposa, simpática, relajada y llena de salud.

10) Entendámoslo de una vez: traten de gustarnos A NOSOTROS, no a ustedes, porque nunca van a tener una referencia objetiva de cuan lindas son, de mujer a mujer. Ninguna mujer va reconocer JAMAS delante de un tipo que otra mujer está linda...de la misma manera que el capo de la Coca Cola, jamás le dirá a un empleado que el capo de la Pepsi es mejor gerente que él y paga mejores sueldos. (estoy en franco desacuerdo con esta afirmación. Para mí la belleza es la belleza, se encuentre en un cuerpo masculino o femenino, las mujeres que no admiten la belleza de otra mujer lo hacen por que las consideran competencia. Las mujeres que no somos competitivas, es decir, que estamos seguras de nosotras mismas, vemos en las otras mujeres a amigas, compañeras y "militantes" del mismo género)

11) Las jovencitas son lindas...pero las de 35 para arriba, SON EL VERDADERO PLATO FUERTE (música para mis oídos, me estrené este año como plato fuerte). Por Karina Mazzocco, o Eva Longoria, somos capaces de cruzar el Atlántico a nado.

12) El cuerpo CAMBIA. Crece. No pueden pensar sin estar psicóticas, que les puede entrar el mismo vestido que cuando tenían 18 años. Además, una mujer de 35, que le entre la ropa de cuando tenía 18, o tiene problemas de desarrollo, o se está autodestruyendo.

13) Nos gustan las mujeres que saben manejar su vida con equilibrio y saben manejar su natural tendencia a la culpa. O sea: la que cuando hay que comer, come con ganas (la dieta, vendrá en septiembre, no antes); cuando hay que hacer dieta, hace dieta con ganas (no se sabotea ni sufre); cuando hay que tener intimidad de pareja, la tiene con ganas (los chicos están bien adonde están y no se van a morir por no ver a su madre una hora y media); cuando hay que comprar algo que le gusta, lo compra (no piensa en que le está quitando algo a sus hijos, sino que sabe que ella lo vale y por eso lo adquiere); cuando hay que ahorrar, ahorra (y no sufre pensando en lo que se priva, porque lo hace por algo) (esta es mi parte favorita, es decir, que a los hombres les gustan las mujeres sanas y sensatas)

14) Algunas líneas en la cara, algunos puntos de sutura en el vientre, algunas marcas de estrías, NO LES QUITAN SU BELLEZA. Son heridas de guerra, testimonios de que han hecho algo con sus vidas, no han estado años al pedo en formol ni en un spa. Han VIVIDO.El cuerpo de la mujer es la prueba de que Dios existe. Es el sagrado recinto donde nos gestaron a todos los hombres, donde nos alimentaron, nos acunaron y que nosotros sin querer, arruinamos llenándolas de estrías, de cesáreas y demás cosas que tuvieron que ocurrir para que estemos vivos.

Cuídenlo. Cuídense. Quiéranse.La belleza es todo eso. Todo junto.

¿Con quien tendría una aventura?

Una vez, una amiga querida (que ahora es Latin American Idol) me hizo una pregunta inquietante “Kary, ¿Con quien tendrías una aventura?” Yo que tolero poco el estrés y que soy bastante protagónica, le dije que me era difícil imaginar a alguien con quien pudiera lanzarme esa locura de andar escondida, diciendo mentiras y callándome la felicidad de un enamoramiento, a mi, que todo se me lee en la cara, me descubrirían en un dos por tres. Ella respondió, sin titubeos, que Al Pacino la conduciría, con gracia y soltura, a un episodio clandestino sin pestañear. Yo lo pensé, Al Pacino es un atraco, y desde que protagonizó junto a Michelle Pfeiffer “Frankie y Johnny” me quedé con la impresión de que debe ser tan buen actor como amante y cocinero.

Pero la verdad es que recientemente, he encontrado la respuesta a la turbadora pregunta, este hombre podría, llevarme con la misma gracia y soltura de mi amiga cantante en pos de Pacino, a pesar de su figura delgadísima y su cigarrillo eterno, a un incidente secreto, fugaz e indeleble, lleno de culpa y felicidad. Tiene suficiente encanto como para volverme loca por él, suficiente inteligencia como para ser divertidísimo, y suficiente pasado oscuro y tendencia al mal vivir, como para que todo quedara en una aventura sin compromisos y sin futuro. Es decir, sería perfecto.

Me refiero, a Anthony Bourdain.

Este cocinero – escritor (mis dos debilidades) que se formó al calor tanto de la academia como del trabajo, es capaz de comerse cualquier cosa que se mueva, escribe con una verdad y una intensidad arrolladoras, tiene suficiente sensibilidad como para haber aprendido español para comunicarse bien con su brigada inmigrante, conmoverse al conocer Machu Pichu o hablar sin tapujos de su pasado sumergido en las drogas y en el alcohol.

Hoy les recomiendo su programa “No Reservation” que en Venezuela transmite Travel and Living y su libro “Kitchen Confidential”, traducido al español como “Confesiones de un Chef” (Editorial RBA)

Mientras, yo sigo suspirando por su voz pétrea, su anatomía de libélula y su inteligencia a toda prueba.

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... Se cocina el Manchamanteles

Mis amables amigos de www.afuegolento.com tuvieron la gentileza de publicar mi cuento Manchamanteles en su web.

Esta es una amistad que roza los 6 años y de la cual me siento muy feliz. Gracias a Koldo, Mercedes y Conchi por dejarme habitar sus espacios mayorquines.

Manchamanteles*


Para Edmundo Escamilla, Yuri de Gortari y su Manchamanteles iluminado por “La Bombilla” del D.F.

Dos paralelas se amaban, Ay de mí.
Gesualdo Bufalino
Estaba triste, como había estado los últimos cuarenta años. Intentó devolverle el ánimo floral de los viejos tiempos a su alma sin haberlo conseguido. Sus recuerdos la abrumaban y un suspiro oceánico hacía espuma en su garganta, ahogándola en un llanto liso, silencioso y tierno que nadie había notado en todos estos años.

Tenía una imagen nublada de él, pero en cambio, recordaba exactamente el timbre de su voz, masculinamente baritonal, y el olor a miel que lo acompañó siempre. Sus vidas se cruzaron en el azar de la ciudad, entre el smog de autobuses y niños ajenos que salían de la escuela. Se descubrieron en secreto, se mintieron con ternura, se mimaron con fiereza, se amaron con desapego y finalmente, se separaron por aquello de que lo nuestro es imposible.

Luego, serenamente, decidió seguir viviendo, recobró el apetito que la abandonó durante meses, volvió a maquillarse, encontró un nuevo amor, vinieron los hijos, las angustias de la treintena, las vacilaciones de la cuarentena, el divorcio a los cincuenta y cinco, y ella misma, químicamente pura, a los sesenta.

De vez en cuando, el suspiro salino encontraba una rendija para salir, como ese día. Cuando la tristeza la amuralló, decidió cocinar para conjurar el mal de amores que le torcía el corazón desde hacía cuatro décadas, buscó en su biblioteca y encontró un libro de cocina mexicana. Nombres de fábula como cochinita pibil o huachinango a la poblana le hacían agua la boca y retumbaban en su alma como un eco festivo, continuó buscando hasta que encontró la receta de un plato audaz con el lúdico nombre de Manchamanteles.

La idea de comerse en un mismo bocado, carne y frutas la alegró y se puso manos a la obra. Licuó los chiles con las especias y los tomates, frió las tajadas de plátano, cortó la piña y el cerdo en trocitos y lo guisó todo.

Dispuso la mesa como si hubiera invitados, el silencio solo era interrumpido por los maullidos de La Niña, su gata mestiza y callejera que la adoptó como mamá, con quien tuvo el vínculo más parecido al amor desde que sus hijos emigraron y de quien había aprendido algunos gestos de sibaritismo como dormir la siesta.

Sirvió su Manchamanteles con arroz blanco y se llevó un poco a la boca. El intenso perfume de la canela se metió por las grietas más recónditas de su espíritu, pensó que jamás había cocinado tan bien y probó un segundo bocado. Se dio cuenta de que estaba delicioso y se sorprendió, los sabores que había logrado eran extraños y aventureros, una ola de valor la recorrió, varios pensamientos la abrumaron y un nudo en la garganta estalló en forma de risas.

La piña dulce evocó en ella sus besos frutales, su voz melosa susurrándole blues al oído, las noches acarameladas entregados al amor y a las promesas, los recuerdos fueron apremiantes y urgentes, el manchamanteles ardía en su boca y los recuerdos en sus entrañas.

No terminó de comer, se levantó abruptamente y caminó, se encontró consigo misma en un espejo y vio los rayitos en el cabello para disimular las canas, diez kilos más que en aquellos tiempos, la misma boca en forma de corazón que lo volvía loco y una determinación en sus ojos desconocida para ella.

Hizo el primer acto de valentía de su adultez y subió corriendo las escaleras, tomó la guía telefónica y empezó a buscar por la letra G el apellido del amor de su vida, para invitarlo a comer Manchamanteles.
*Manchamanteles: estofado mexicano compuesto de carne, generalmente cerdo o pollo, frutas como piña y manzana, canela, clavos, pimienta guayabita, tomate, cebolla, ajo, chile ancho, chile guajillo y tajadas de plátano macho fritas.

La Cocina Sagrada de Bolivia


Ricardo Argandona es un personaje interesantísimo, es Restaurador de Obras de Arte, divide su tiempo entre Bogotá, Nápoles y La Paz y además… Cocina. Trajo de su tierra boliviana un montón de joyas gastronómicas precolombinas, una historia conmovedora sobre sus ancestros y el corazón enamorado de sus raíces.

Empezamos el taller de Cocina Tradicional Boliviana en el Marco del Encuentro sobre el Patrimonio Inmaterial viendo los ingredientes, muchos desconocidos por mí, como por ejemplo la Kaya, una raíz larga y oscura con un sabor terroso que él sirvió con melado de papelón.

Nos alegró la vida con una Sopa Peske hecha con Quinua, ese cereal prodigioso que alimentó al imperio Inca y que ahora occidente re descubre con asombro, nos regaló unas papas deshidratadas y vueltas a hidratar, gratinadas queso y crema de leche, nos habló largo y sabroso sobre su país y la errada noción de que es helado y montañoso, resulta que solo el 10% de Bolivia es altiplano, en el resto hay selvas, valles y llanos, de su lago, o mas exactamente, mar interno, Titicaca, con su exhuberancia en peces y su halo sagrado. Dijo algo que me emocionó, hablando de las lenguas que se hablan en Bolivia nos dijo que “el Aymara es gutural, en cambio el Quechua es suave y cadencioso”… Imaginé la dicha de ser políglota en idiomas tan bellos para poder escribir cuentos con ellos.

Luego del taller tuve la suerte de sentarme a hablar con él y con mi recién estrenada amiga Moira sobre Venezuela y Bolivia, las coincidencias y diferencias como países latinoamericanos, los eventos recientes y el futuro que nos espera, creo que los tres llegamos a la misma conclusión, lo que hace falta en Latinoamérica es respeto hacia nosotros mismos, con eso sería suficiente.

La sofisticación viene del Perú


Siempre creí que en la América pre hispánica se comía con las manos…
Oh sorpresa! Los Incas comían con cucharilla, y tenían un vocabulario gastronómico extenso y refinado, en el mismo momento que en Europa, nadie conocía los cubiertos.

La Chef Gloria Hinostroza de Molina, Encargada de Enseñanza en la escuela Le Cordon Bleu Perú, no sólo nos deleitó con su pulcra y hermosa cocina, sino que nos conmovió con su sabiduría sobre la gastronomía de sus antepasados Incas.

Para ese imperio de ingenieros, tejedores, escultores y cocineros, la comida era sagrada, su riqueza no era el oro ni la plata (y eso que eran orfebres exquisitos), su más grande posesión era la comida. Eran expertos en el secado de los alimentos, y llegaron a tener reservas suficientes como para alimentar a todo el imperio durante diez años sin producir nada.

Manipularon genéticamente la papa, que era una raíz venenosa, cultivaron ese cereal maravilloso que es la quinua, no existían epidemias y la realeza usaba nombres de alimentos, justamente porque eran sagrados.

Con una delicadeza y una sabiduría digna de reina, la Chef Gloria nos relató como la "Causa" (un plato delicioso hecho con capas de puré de papa, ají y un relleno de atún o pollo) viene de la palabra “Causac” que significa “Papa” que a su vez significa “lo que da vida”, que la “Carapulcra” de cerdo que nos comimos y que disfrutamos con el alma, venía de “Cala” que significa “Piedra” y “Pulcra” que es “Puerta del Horno”, pues este contundente plato se hace con papa seca en trocitos y ese procedimiento se hacía en las puertas de los hornos, que, y esto evidencia la sofisticación de la que hablo, existe en quechua una palabra para designar a cualquier alimento que esté tostado, “Paru Rocro” que “Paru” significa “Tostar” y "Rocro" es la mezcla de papa con ají, que esa genialidad llamada “Pacha Manca” (una preparación que hacen en un horno de tierra, con piedras calientes donde se cocinan diversas carnes con papa, ají, batata, hierbas aromáticas y maíz) viene de “Pacha” que significa “Tierra” y “Manca” que significa “Olla”.

Nos deleitamos con unos buñuelos de yuca, quinua y queso parmesano sobre salsa Huancaína, la anteriormente comentada Carapulcra y una delicia de postre, una Mousse de Lúcuma, expresando así el mestizaje y la memoria ancestral que a los peruanos les corre por las venas.
En honor a la antiquísima y primorosa gastronomía Inca, adopté a una llama virtual a la que bauticé Carapulcra.



Court Boullon… Cuguyón…

Resulta que en Guiria se come curry de Madrás con fervor hindú, crecen los echalotes como monte (les dicen “charlotas”) y hablan Patuá. Hubo una entusiasta migración francesa, holandesa y de las islas del Caribe y se mezcló todo dando como consecuencia, entre otras sutilezas, la florida cocina guireña.

El primer taller del Encuentro sobre el Patrimonio Inmaterial, fue éste, fue el menos organizado, a decir verdad, comenzó con una hora y media de retrazo, pasamos mucho tiempo esperando y hubo poco contenido teórico, no había mise en place lista, tal vez si los asistentes al taller hubiéramos podido colaborar, nos hubiéramos ahorrado tiempo y hubiera sido mucho más divertido. Eso si, la comida, tarde, pero muy sabrosa.

Nos dimos un gustazo comiendo “Cuguyón”, una excéntrica mutación del court boullon (caldo corto, aromatizado con hierbas y vino blanco). En el colmo de la extravagancia, esta sopa está hecha con leche de coco, aceite onotado, cebollín, ocumo en trocitos, echalotes y camarones, es robusta y aromática y se queda uno con la sensación de haberse comido un mapamundi.

Luego, nos comimos unos Akrás de ocumo y bacalao, unos “buñuelos” hechos de ocumo rayado, bacalao desalado y cocido al vapor, ají dulce y echalotes. También probamos un Talkarí de pollo (honestamente hubiera preferido el de chivo) guarnecido con arroz con coco y nos tomamos una bebida “afrodisíaca” llamada Maví hecha con hojitas de Bay rum, especias y la corteza del árbol del mismo nombre.

La tallerista, la Sra. Rosa Bosh, nos contó que en Paria hay cerveza de jengibre artesanal en Diciembre y que sus amigas, cuando están en el mercado, le dicen que ellas prefieren comprar la charlota en vez del cebollín porque es “criollita”… Qué dirán los franceses, que hasta al parlamento europeo fueron a pelear para protegerla.

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Antes de los cuentos del encuentro...

No aguanto la tentanción de contarles... Mi prima y yo estábamos esperando a mi mamá en la sala de una casa, mientras visitaba a una amiga.

Un niño bellísimo, de unos 5 años, con unos ojotes grandotes y los labios como si se los hubieran delineado, corría sobre un velocípedo persiguiendo a su hermanita de 2 años que se desmayaba de las risas cada vez que él la alcanzaba.

Mi primale pregunta al niño:

"mira, chamo.... Y tu ya sabes leer?"

Y él muchachito, sabido e inteligente le responde con cara de resignación:

"estoy en eso"

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Una nota sentimental

Pareciera que estudiar cocina en Venezuela sirve para irse de aquí. Mis amigos queridos, con los que compartí las delicias y los sustos de la carrera, se fueron a U.S.A… Mis 3 compinches del alma, Milcy Luciani, Manuel Sulbarán y Carlos Coronado, decidieron probar suerte, y me dejaron a mí, en este lío tropical y con una eterna nostalgia de ellos.

Milcy se hizo pastelera, se casó con un gringo encantador, y cuando tuvo sus papeles en regla, se vino a Caracas a lucir su incipiente barriguita de 3 meses de embarazo.

Manuel es Sous Chef en un restaurant de cocina latina, se casó con su novia de toda la vida y se instaló, legalmente, en la polícroma Miami…

Siempre hemos mantenido el vínculo, ya no con las comilonas romanas que hacíamos en grupo, ni con las tardes pre-chavez hablando pistoladas, pero siempre sé de ellos.

Pero el cuento de Carlos fue distinto.

Se fue a Miami de repente, acompañado por su hermano (su ángel de la guarda) y un día desapareció, no hubo más mails ni cotorras por msn. Temí que le hubiera pasado algo, pasaron años, y, también de repente, apareció, con cuentos emocionantes sobre su carrera como cocinero y emotivos como su matrimonio con una chica gringa que se volvió loca por él y viceversa… Cortó con su pasado para poder sobrevivir a la nostalgia, se concentró en el día a día y, sólo así logró establecerse allá. Es Chef Pastelero Chocolatero y es feliz.

Ayer conversé 2 horas por teléfono con Carlos, yo con un nudo en la garganta, porque, a todas estas, soy la mayor de todos, y él es el menor, así que siempre he sentido por él un asunto materno muy fuerte.El con miles de historias y la promesa de volver cuando logre renovar su pasaporte allá y yo agradeciéndole a la vida por devolverme a esta especie de hijo pródigo.


Celebrando la patrimonialidad inmaterial

La semana pasada en San Felipe, Yaracuy, se celebró la sección gastronómica del VII Encuentro para la Promoción y Difusión del Patrimonio Inmaterial de Países Latinoamericanos.
Cocineros, historiadores y antropólogos de Colombia, Perú, Bolivia, México y Venezuela, nos regalaron su sabiduría y su tiempo, cocinaron para nosotros y nos contaron, orgullosos, sobre su cocina tradicional.
Lo más delicioso para mi, fue comprobar como el mestizaje nos hace tan ricos y diversos, como la cocina tradicional (y cualquier expresión de la cultura latinoamericana) está determinada por el sincretismo, como somos irreverentes y creativos mezclando queso parmesano con yuca y quinua o chiles con jamón serrano y piña.
La inmaterialidad en la cocina es algo realmente interesante, pues, que puede ser más material que un plato de comida? Hay algo más concreto que cortar cebollas o freir tajadas? Tal vez la inmaterialidad sea evidente en el hecho creativo, en la expresión de la unicidad del cocinero a la hora de producir un plato interesante, a la hora de hacer asociaciones nuevas. Siempre he pensado que redactar una receta es cosa delicada, y creo que son las palabras las que le dan inmaterialidad al asunto... Mi abuela explicándome como se hace el arroz, mi mamá explicándome cuanto tiempo debo cocinar la pasta, mi profesor de cocina diciéndome como debo bridar un alimento, las acciones concretas son acompañadas de "relatos", palabras que trasladan el conocimiento de generación en generación y este encuentro evidenció lo sutil y poderoso que puede ser ese traslado.
Hubo dos notas discordantes en el encuentro, la constante impuntualidad, tal vez por ser la primera vez que se celebraba en Venezuela, la gente del Centro de Investigación Gastronómica de la UNEY, fué tomada por sorpresa. Organizar un evento de esta naturaleza requiere mucha planificación, quizás no tuvieron tiempo suficiente, pero lo cierto es que todos los talleres comenzaron con al menos 40 minutos de retrazo. Y la ausencia de la delegación de Brazil, de la cual nunca tuvimos noticias del por qué. Esto estuvo "compensado" por el trato amable y muy servicial de los organizadores, y, por supuesto, por las magistrales intervenciones de los expositores.
Luego haré reseñas de cada taller, pero adelanto que, comimos "cuguyón" de camarones, sopa Peske de Quinua, Carapulcra, Sopa de 3 carnes y Manchamanteles, entre otras delicias.

Mi Sentido Favorito...

Soy una fanática de los sentidos, me encanta sentir.

Se que mi sentido menos favorito es la vista, me importa poco en muchas circunstancias, en otras me deleita, pero no entiendo como hay gente que no puede comer lentejas "porque se ven feas" o que piensan que un hombre es atractivo solo por como "se ve", cuando para mi, la belleza de las lentejas está en su sabor fuerte y en su textura amable y un hombre tiene que ser inteligente y de buen humor para ser físicamente atractivo.

El sentido del oído me hipnotiza, no oigo música cuando trabajo, porque, me distraería y me dedicaría en cuerpo y alma a escuchar. Me gusta, además, escuchar las palabras, tengo una obsesión con la voz, me cautiva el hecho de que algo, casi inmaterial, pueda ser tan contundente, o sino, oigan palabras bonitas de alguien que aman para que vean.


En cuanto a los aromas, siempre recuerdo a una profesora encantadora que tuve en la escuela de psicología de la central, cuando nos explicaba el origen de las emociones y nos hablaba del rinencéfalo, la zona cerebral de las emociones es la misma del sentido del olfato, “Cuando alguien se despecha y dice todo me huele a ti, está diciendo la verdad” me decía mi querida y añorada Claudina. Eso me hace pensar que el aroma es emoción y viceversa. Siempre recuerdo a mi tía Ligia cuando alguna chica que usa “aire de los tiempos” pasa cerca de mí, pero no solo recuerdo a mi tía, sino que evoco mi niñez y aquella intensa sensación de protección que sentía cuando ella estaba conmigo.

El sentido del gusto me vuelve loca, lo admito. Llevarme algo a la boca es lo mismo que sentir una explosión, percibo los sabores como fuegos artificiales, como terremotos, como sacudidas, como si estuviera montada en un columpio. Creo que me hice cocinera, no para cocinar, sino para comer, y me da el mismo placer una trufa que un mango de hilacha.

Pero mi sentido predilecto, es el tacto. La piel es el órgano más extenso del cuerpo, uno puede tener percepciones táctiles en cualquier lado, y en la experiencia gastronómica el tacto es un punto clave.

Si me como un helado de vainilla y lo comparo con un flan de vainilla (hechos ambos prácticamente con los mismos ingredientes) tendré experiencias gastronómicas completamente diferentes. La textura y la temperatura, son jugueticos de los cocineros para hacer feliz o miserables a los comensales, si una sopa deliciosa llega fría a la mesa, hay decepción, pero si la misma sopa se presenta humeante, la gente aplaude, la diferencia, unos cuantos grados de temperatura.

Toda esta reflexión a propósito de la magnífica entrevista al Antropólogo Sensorial (que envidia de profesión!!!) David Howes sobre los sentidos y sus distintas expresiones en todo el mundo


Disfrútenla


EL AZÚCAR Y LA SAL


Para Raiza y su pasión, en los 60s
La vida es el arte del encuentro. Facundo Cabral

Mi bisabuela era puta, o al menos eso pensamos luego de atar los cabos que ella misma soltó durante su excéntrica existencia. Mi tío dice que recuerda haberla oído decir “Mientras el español dormía de un lado yo dormía del otro” y ese español tenía un burdel conocidísimo en Maturín, donde fue a caer mi bisabuela luego de abandonar a su marido por golpeador y bruto, dejándole sus dos hijas recién nacidas y su hacienda de café en Trujillo.

También supimos que después de eso, trabajaba en un hotel en Caracas bordando sábanas y limpiando cuartos, trabajaba como una mula, y al final del año, con sus ahorros, se alojaba una semana para darse la gran vida en el mismo hotel y se gastaba hasta el último centavo comiendo de lo lindo y haciéndose servir por sus compañeras.

Pero mi bisabuela no era ni puta ni bordadora de vocación, su verdadero talento estaba en el azúcar. Hacía dulces celestiales, turrones inéditos, merengues etéreos, almíbares diáfanos, galletas estrepitosas, y tortas mullidas como almohadones, era una viciosa de la piña, a la cual le daba usos inverosímiles, como la “infusión de piña para curar el despecho” o el “papel de hojas de piña” o las “gárgaras de jugo de piña para borrar las malas palabras de las bocas infantiles”. Pero su acto de hechicería, su mayor acierto, era la torta de piña, un milagro hecho con un almíbar y rodajas de piña, que cubría una torta esponjosa y láctea y que ella hacía en dimensiones enormes porque sabía que el aroma que salía de su cocina atraía hasta a los desconocidos y convertía a personas decentísimas en desvergonzados imprudentes, que tocaban las ventanas para pedir.

Luego de ganarse el pan con múltiples oficios, decidió que le pagaran por lo que a ella le gustaba tanto hacer, un buen día abrió las puertas de su casa de par en par y vendió sus prodigios melosos a conocidos y extraños que abarrotaban la estrecha puerta rogando que le vendieran un quesillo.

Por esos días, mi abuela la conoció, y al verla se quedó perpleja, con los cachetes rojos y los ojos pintados de negro, la mujer parecía una loca en delantal, mi abuela se presentó “soy su hija, soy la hija de Pedro Martínez” a lo cual ella respondió con naturalidad pasmosa “ven, siéntate y me cuentas tu vida mientras te comes esta torta de pan”.

Mi abuela solo reforzó su animadversión genética, le pareció que su afición por el dulce era vulgar, tanto como sus vestidos que dejaban traslucir su figura esbelta y su voz ronca de tanto cantar boleros, porque también fue cantante.

Mi bisabuela murió sola, como sola había vivido, lo supieron cuando el lunes no abrió su puerta de par en par para vender papitas de leche y aliados, los niños dijeron que luego de meterse por la ventana, vieron a mi bisabuela en su hamaca, con los ojos abiertos y una foto de un hombre que nadie pudo reconocer en su pecho.

Lo que llaman el destino, que es realmente la vocación, llevó a mi abuela a abrir un restaurante, mi abuela, sobria y justa, tremendamente incrédula y con una decencia a toda prueba, se dedicó toda su vida a cocinar, pero lejos del azúcar, que le parecía prosaico y pedestre, causa de la temida diabetes y totalmente innecesaria en una dieta equilibrada. Mi abuela era un fenómeno cocinando y levantó a sus 3 hijos sirviendo sopa de gallina humeante y perfumada con hierbabuena, caraotas llenas de orégano, pollo al limón y papas horneadas, dándole de comer a quien le pagaba y a quien no por igual, cantando bajito mientras pelaba ajos y comprándose ropa bonita cada vez que un hijo se graduaba.

Mi abuela era una bendita, salvo algunas excentricidades (como treparse a los árboles de mango y comérselos guindada de la rama que ella viera más resistente) era una persona sumamente moderada, dormía poco, comía poco, pesaba poco, era afectuosa con su prole, amaba la música y juró que jamás golpearía a un hijo suyo, luego de una paliza que le dio su papá a los 8 años y que la dejó en cama por 3 días.

Jamás cocinó con azúcar, no solo por que le recordaba a su mamá, sino porque le parecía de mal gusto, en cambio, se dedicó a la sal y tuvo su restaurante durante 40 años, hasta que un cáncer la hizo enmudecer y la durmió para siempre antes si quiera de que nos diéramos cuenta de que nadie, jamás, volvería a alimentarnos con tanto amor y tanta dignidad como mi abuela.

Mi papá y mis tíos jamás cocinaron, nacieron negados a los fogones, todos pensaron que era una virtud femenina hasta que yo, a los 16 años dije con toda la masculinidad de la que disponía, que iba a dejar el liceo y me iba a convertir en cocinero, un tío vio el fantasma de la bisabuela emputeciendo mi destino con caramelo y biscochos, otro, más sereno, dijo que era una crisis adolescente y que con una mujer se me pasaría, pero mi padre, que lleva la misma sangre teñida por los aromas, me dijo “está bien, serás cocinero, pero, ni cocinas con azúcar ni con sal, que ya bastantes tristezas hemos tenido”, yo entendí de inmediato y me hice panadero, ahora, a los veintitrés años, cruzo cautelosamente la frontera para hacer golfeados, y me devuelvo tímidamente para hacer pizzas, y las llevo a ambas, a la bisabuela y a la abuela, viviendo al fin juntas y reconciliadas en mi corazón.

Karina Pugh Briceño
Y si lo quieres escuchar, has click aqui

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El Chef

Como será empatarse con un cocinero?

Un tipo que siempre trabaja a deshoras, que siempre tiene las manos olorosas a especias, que le parecen importantes las alcaparras, el aceite y el azúcar impalpable, que le da de comer manjares a los demás y a sí mismo se resuelve con un sanduchito... Afortunadamente, yo no tengo ni idea...

Jacqueline Goldberg, periodista, escritora, mujer sensible y talentosa, escribió una maravilla de cuento llamado El Chef, me lo encontré curucuteando en http://www.ficcionbreve.org/.

Disfrútenlo.
Imagen: Fernando Bracho Bracho


Slow food... Slow cook?

A mi me encanta la lentitud, las mejores cosas de mi vida las he hecho lentamente, en consecuencia detesto la rapidez, la urgencia, el apresuramiento.

Existe, en respuesta a la esclavitud del reloj y la velocidad, un movimiento mundial llamado SLOW, del cual, una de las aristas más importantes es el Slow Food. Esta asociación sin fines de lucro nació en Italia y tiene adeptos en todo el mundo, quienes no solo abogan por el sereno placer de comer lentamente, sino que apoyan de manera entusiasta, la bellamente llamada Eco-gastronomía, un "eslabón entre la ética y el placer"*, mis dos palabras favoritas.

Pequeños productores de quesos, granjas orgánicas, harinas de trigo molidas en piedra, y cualquier otra forma de creación culinaria artesanal, es estimulada por esta asociación, que no solo es pura disertación, tienen una Universidad de Ciencias Gastronómicas y defienden la bio-diversidad.

Y yo me pregunto... El movimiento Slow Food abarca también los espacios internos de las cocinas profesionales?... Cada cocinero que lea esto sabrá a que me refiero...

La velocidad es un valor en la cocina profesional, un cocinero lento es un cocinero malo, alguien que pueda administrarse digna y velozmente entre miles de comandas, es un cocinero muy apreciado. La rapidez de vértigo con la cual se tienen que manejar los cocineros es tan estresante que el cansancio es la enfermedad crónica de los hijos de Caréme.

VII ENCUENTRO PARA LA PROMOCIÓN Y DIFUSIÓN DEL PATRIMONIO INMATERIAL DE PAÍSES IBEROAMERICANOS




Esta maravillosa iniciativa es de la UNEY y se va a desarrolla en San Felipe del 17 al 22 de Octubre de este año.

Es muy diverso, conferencias y talleres de música, danza, artesanías y gastronomía.

Los invitados son de lujo:


Cocina tradicional de Güiria
17-10-2006
2 pm - 6 pm
Rosa Bosch / María Natividad López

Cocina tradicional de Perú
18-10-2006
8 am. - 12 m
Gloria Hinostroza / Marleny de Banda

Comida tradicional de Bolivia
18-10-2006
2 pm - 6 pm
Froylán Ricardo Argandoña

Cocina tradicional de Colombia
19-10-2006
8 am - 12 m
Ramiro Delgado / Rufa Herrera

Comida tradicional de Brasil
19-10-2006
2 pm - 6 pm
Maria Leda Marques N. da Silva / Rita Maria Ventura dos Santos

Cocina tradicional de México
20-10-2006
8 a.m. a 12 m
Yuri de Gortari / Edmundo Escamilla

Para inscribirse hay que ir aqui

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COMO DESNUDAR EL ALMA


My models are urban adventurers”
Spencer Tunick


Para I y T, mis panas nudistas


Me conmoví mucho cuando vi, hace tres años, a ese gentío desnudo, todos agachaditos, en silencio, estaban en un parque, a orillas de un lago, nunca supe donde fue tomada la foto, pero sabía el nombre del fotógrafo, Spencer Tunick.

Va por el mundo desnudando a multitudes y fotografiándolos, como un flautista de Hamelin, la gente lo sigue y hace lo que él pida, tal vez porque estando desnudo, es muy difícil negarse a nada, tal vez porque el género humano está deseoso de complacer a alguien que sea capaz de llevarlo al lugar mas vulnerable de su alma.

Yo, con 12 kilos de sobre peso, sentí un primer impulso de ir a su convocatoria en Caracas, seguido al instante inmediato por un terror de mostrar mi cuerpo en una ciudad donde la silicona, la liposucción y los gimnasios son tan accesibles y tan cotidianos que es casi un pecado lucir rollitos.

Mi amigo Rafael y su mujer Maria asistirían, estaban entusiasmados y lo esperaban desde la primera noticia de su llegada, se inscribieron en una página Web y estaban listos para formar parte de la masa humana que usa Tunick como si fuera arcilla para moldear sus “instalaciones temporales relacionadas con un espacio”, nombre rimbombante para esas parrandas de la desnudez, para esas plegarias de la naturalidad. El día anterior, Rafael me dice que vaya con ellos, que me tiene una planilla en su casa, que no sea tonta y que cuando esté allá desnuda, todo me va a parecer normal.

A las 4 am, me despierto, pocas cosas en el mundo me harían madrugar, la promesa de unos besos, un desayuno con ostras a orillas de mar, un viaje apasionante o mil quinientas personas desnudas en la avenida Bolívar.

Me baño, me perfumo, me visto con ropa cómoda, fácil de poner, fácil de quitar, 45 minutos después, estoy en el carro de Rafael y Maria, ambos, mis amigos del alma y compañeros de aventuras. Rafael, cocinero como yo, hedonista genético y con una autoestima vigorosa gracias a haber nacido bajo el sol en Leo con ascendente cáncer, me dice que a él le da lo mismo estar vestido que desnudo, María, preciosa, con un cuerpo bellísimo y con la tranquilidad que da tener un marido doce años mayor que ella, me dice que tiene frío y que por eso usa medias y suéter.

Llegamos a la Av Bolívar, aún a oscuras, jamás había estado ahí a esa hora, caminamos junto a otras personas en la misma actitud, hay una complicidad tácita entre todos, algunas horas después estaríamos todos en cueros, lo mínimo que se puede sentir es el estremecimiento que da pertenecer a un grupo.

Hay unas mil personas, calcula Rafael, nos sentamos en el piso, sentimos el olor amargo e inconfundible de la marihuana, pienso que desnudarse es un acto de rebelión, fumar marihuana también, “pero desnudarse no le hace daño a nadie, la marihuana si” dice mi vocecita de la conciencia, tiene razón, desnudarse es inofensivo, por eso estoy aquí, trato de hacer alarde de mi tan cacareada amplitud y pienso que, estos marihuaneros y yo tenemos algo en común, también hacen esto por amor al arte.

Un buen rato después, amanece, nos empezamos a ver las caras unos a otros, muchachos deportistas, neo hippies, damas peinadas en peluquería, hombres maduros dueños de sus negocios, estudiantes universitarios, niñitas bien con sus noviecitos, madres con sus hijas, hombres solitarios, revolucionarios trasnochados, un par de cocineros y una profesora de natación con habilidades de orfebre (nosotros) y quien sabe quien más en esta fauna dispuesta a quedarse como dios nos mandó al mundo.

Un exhibicionista se desnudó antes de tiempo, y gritó “así es como se hace esto Tunick” a su lado, un guardia nacional paralizado, inmóvil, ni siquiera respiró, la muchedumbre aplaudió poco, debe haber quedado frustrado, pues no causó demasiado impacto, total, todos estábamos dispuestos a hacer lo mismo, a los 3 minutos el hombre estaba vestido de nuevo.

Tunick, comienza a hablar con su megáfono, yo me emociono, sin conocerlo, este hombre me trajo hasta aquí y por la belleza de su trabajo me sobrepongo al pudor y a la culpa de estar gorda, nos dice “Hello, nice people” la emoción sale de mi en forma de risa, una chica traduce y oigo “solo se deben desnudar cuando el artista lo indique” la gente aplaude “luego de que pase la euforia del primer momento, deben prestar mucha atención a las instrucciones” trato de imaginar esa euforia y solo la puedo asociar a parir un hijo o a pisar la luna, diez minutos después nos dan la orden “desnúdense”.

Empiezo a temblar, oigo los gritos de la gente, los aplausos, siento una mezcla de emoción, terror, vergüenza, liberación y felicidad, mientras me bajo los pantalones, veo los pies de los demás, subo la mirada y un mar de pieles de distintos colores es un oleaje delante de mi.

La gente sigue gritando, yo me quedo muda, los gritos que no da mi garganta los da mi piel, erizada por la emoción y temblando, mi corazón late aceleradísimo, doy gracias por estar con mis amigos, quienes me miran y sonríen, verlos, verme, confirma mi hipótesis, desnudarse es inofensivo y mucho más fácil de lo que creía.

El escándalo duró algunos minutos (o segundos, el tiempo es muy relativo bajo condiciones tan especiales) ya todos desnudos, comenzamos a caminar, la gente hace silencio, la euforia da paso a una tranquilidad áurea, mientras caminamos, pienso en mis pies cobardes acostumbrados a las medias, que tocan por primera vez el asfalto del centro de mi ciudad, veo cientos de espaldas, con pecas, bronceadas, con manchas, tatuadas, no hay frío, no hay calor, el cielo es un manto que me arropa, en esta ciudad donde tantos nos hemos sentido amenazados, en este momento hay una sensación ambigua de máxima vulnerabilidad y total seguridad, los policías y la guardia nos miran y nos “protegen”.

Miro de frente las torres de Parque Central, a la izquierda la gente sale a vernos desde las ventanas, aplaudimos, nos aplauden, un grupo de exaltados nos estaba esperando tras el cerco policial, en un momento de animación varios mirones se entusiasman, se desnudan y corren gritando hacia nosotros y son recibidos en el seno, nunca mejor dicho, de la multitud con aplausos y gritos de bienvenida.

Tunick nos dirige, nos ordena, nos acostamos de espaldas al pavimento, miro el cielo, y por primera vez en la vida experimento la sensación de estar desnuda, acompañada por una multitud en posición horizontal, el instante es de una simpleza extraordinaria, de una profundidad extática, tengo un momento de brillo delante de los ojos y mi más apremiante necesidad es la de orar y agradecer.

Luego, complacemos a Tunick moviéndonos de un lado al otro, dando la espalda, arrodillándonos, haciendo silencio (difícil para un grupo de venezolanos jodedores que hacían chistes en voz baja “coño, chamo, lo que no logró Chávez conmigo en siete años, Spencer lo logró en quince minutos, aquí estoy, de rodillas, pidiendo cacao con el culo al aire en plena avenida Bolívar”)

Finalmente, aplausos, gritos de emoción, un Spencer Tunick fascinado por los matices mestizos de nuestras pieles y conmovido por nuestra “exhuberancia” y una cocinera gordita agradecida por haber sido parte de una obra de arte y arrobada por la sensación reveladora de haber encontrado ahí un trocito de divinidad.

Karina Pugh Briceño

Imagen: En el recuadro, la autora


El aceite de oliva y la salud

Tengo una fascinación por el aceite de oliva, no solo por su perfumado sabor, sino por lo que ha significado en la historia. Para los pueblos del mediterraneo era, además de alimento, útil como cosmético, moneda y para encender lámparas.

Hoy, sabemos que también es un bálsamo para la salud, reduce el colesterol y es un poderoso antioxidante.

La gente de Consumaseguridad ofrece un completo informe sobre las utilidades del aceite de oliva.

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Mi amigo Pedro Parayma escribió esta maravilla hace unos años y tuvo la generosidad de enviármela para publicarla aqui.

El Guiso


Mi madre me invitó
a oler la comida que preparaba
a base de orégano,
ají, hierbabuena
y trozos de carne,
cuando hervía y burbujeaba.
Al aspirar el humo
quedé adormecido
y caí en la gran paila.
Cuando mi padre cenaba
dijo a mi madre,
“ El guiso está exquisito
pero tiene cierto sabor
a Pedro”.
Mi madre
corrió a ver
el recipiente.
En su fondo encontró
mis calcetines rojos.


P. Parayma
Mérida, 1992
Palabra en Negro Mayor
Antología
Ediciones Solar de Poesía
Dirección de Cultura del Estado Mérida

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The Swedish Chef

Para mi felicidad, encontré estos videos en ese banco ilimitado que es youtube.com.

el Chef Sueco haciendo ensalada, arriesgando la vida cocinando langosta, pollo a la canasta y haciendo espaguetti

Disfrútenlo

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La mejor comiquita de la historia

Mi amigo Tomás Fernandez acaba de publicar en su blog un link a, lo que yo creo que es, la mejor comiquita de la historia, la ranita que salía de una caja cantando.

Tomás la llama La Rana Cantora, y yo reflexiono sobre el montón de ranas cantoras que he conocido.

Aqui, además, un video divertidísimo de la rana cantora desde la prehistoria.

Que la disfruten


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Croquembouche

Esta idea genial de rellenar petit choux con crema pastelera y luego pegarlos con caramelo se le ocurrió a un francés, a quien? ni idea, pero donde esté debe estar feliz por haberle proporcionado tantos momentos de dicha a quienes hemos comido su invención.

Yo conté con la ayuda precisa, dulce y muy profesional de Sabina, mi prima, sous chef y modelo, quien con un espíritu de cooperación y una intuición de cocinera evidente, cremó las yemas para la crema pastelera, me ayudó a rellenar los choux y además posó para la foto.

La Guanabana Boba

Los chinos se instalaron en Washington y tienen su barrio, sus joyerias, sus supermercados y su guanabana boba. Un batido de guanabana, azucar y mucho hielo picado, con unas perlas de tapioca de un amenazante color marron.

El asunto es que es un manjar que no me quise perder y lo pedi (mi prima, companera de aventuras gastronomicas, pidio su boba de mango) la verdad me di un gustazo, el batido estaba contundente y las perlas, sin mucho sabor, tenian una textura divina entre gomitas de gelatina y caramelo sacamuelas.

He aqui las evidencias




A quien Dios no le da hijos... El Diablo lo llena de primos, sobrinos, amiguitos y alumnos

Conocen esa sensacion de orgullo que abruma a la gente cuando un muchachito propio aprende a amarrarse los zapatos o a cantar una cancion completica o se gradua de PHD?
Algo asi siento yo por Federico...
Federico Tishler, con un look de estrella de cine, una humildad zen y una vocacion gastronomica indiscutible, es un cocinero metodico, discreto y audaz... Y fue mi alumno en el recordado "Cocido a Mano" de Helena Ibarra.
Carlos Garcia, que trabaja codo a codo con el en Malabar, le hizo una entrevista preciosas para la revista Zona Gourmet. No se la pierdan.
Imagen: Revista Zona Gourmet. Año 4 - N15. Mónica García

Despedida de soltera

Una chica decide casarse con el amor de su vida, se lo cuenta a sus amigas, todas se emocionan y empieza la cuenta regresiva.

La mama de la novia empieza a trabajar, las flores, los vestidos, las tarjetas los invitados, la novia vuelve al gimnasio, se hace tratamiento capilar, las amigas eligen el vestido del cortejo, el papa se pone a dieta, la prima, cocinera, es elegida como madrina, mejor dicho "hada madrina" de la boda.

El hada madrina va a obsequiar a los novios el dia de la boda (por peticion expresa de la novia golosa) un Croquembouche, una torre acaramelada de choux rellenos de crema pastelera (en este caso, de Amareto).
Pero... Antes de la boda... La despedida de soltera (sin el cursi streeaper, por supuesto)... Con mojto cubano, narguile con frutas, cebiches varios y unas amigas de la novia, que se menean como Shakira en el otono de Washington, y que estan emocionadas y contentas porque su amiga decide casarse con el amor de su vida.



Washington multicultural

(disculpen la falta de acentos y de nuestra querida y latina n con la rayita arriba, este teclado es gringo y carece de esas excentricidades)

En el vuelo helado entre La Guaira y Baltimore, me dieron de desayuno huevos revueltos con unos fabulosos y tropicales palitos de yuca fritos. En Washington, mi primera comida fue un ardiente kabob afgano (del cual mi primo es fan). El dia siguiente comi un fabuloso cebiche de atun y un mojito hecho con ron de coco en un super latino lugar llamado Guarapo, ayer fui a un supermercado y vendian una delicia con el equivoco nombre de Pupusas, una arepita delgada rellena de queso y hecha con masa de maiz pelado cuya cuna se encuentra en El Salvador.

Le dije a mi prima que, por favor, me llevara a algun lugar donde pudiera comer comida tipica de aqui y su respuesta fue "Creo que hay uno solo, vamos el fin de semana".

Moraleja: " tal vez la comida sea, la final de cuentas, lo que una a los pueblos"

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