Antes de los cuentos del encuentro...

No aguanto la tentanción de contarles... Mi prima y yo estábamos esperando a mi mamá en la sala de una casa, mientras visitaba a una amiga.

Un niño bellísimo, de unos 5 años, con unos ojotes grandotes y los labios como si se los hubieran delineado, corría sobre un velocípedo persiguiendo a su hermanita de 2 años que se desmayaba de las risas cada vez que él la alcanzaba.

Mi primale pregunta al niño:

"mira, chamo.... Y tu ya sabes leer?"

Y él muchachito, sabido e inteligente le responde con cara de resignación:

"estoy en eso"

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