Mi pequeña Suiza… Un pequeño desastre


Soy muy cuidadosa a la hora de juzgar un restaurant y su comida. He trabajado en cocina y sé de las durezas e injusticias que se comenten al emitir juicios de manera alegre; así que mis palabras de hoy pasaron por el filtro del sentido común.

Ayer, con el paladar saturado de alcaparras pasitas y aceitunas, salimos a buscar otros sabores. Llegamos a El Hatillo y “Mi Pequeña Suiza. Fondues y Crepes” nos tentó. Yo había ido hace algunos años y conservaba un buen recuerdo.

El sitio estaba lleno, no había muchos restaurantes abiertos ayer. Nos sentamos en la terraza y nos dieron la carta. El mesonero nos ofreció tomar “Vinos, vodka, whisky y cerveza” no queríamos alcohol y pedimos dos jugos naturales. Al leer la carta se hace obvio que las estrellas son las fondues, pero queríamos comer algo más: Reinaldo sopa de cebolla, yo carpaccio de lomito. La sopa, sosa y con cebollas medio cocidas (quien guste de esta sopa y quien sepa hacerla sabe que la cebolla debe pasar por un largo proceso de caramelización para que la sopa se vista de gala con el mejor sabor) llegó después de un infame pan y lo peor: MARGARINA ADEREZADA CON AJO Y PEREJIL.

Un restaurant que tenga en su menú escargot como entrada, no puede permitirse semejante exabrupto. Si estoy en una arepera y el señor de la barra me pregunta si quiero mantequilla en mi arepa, asumo de inmediato que lo que me está ofreciendo es margarina, no lo cuestiono. Pero, si el restaurant de la esquina, en el cual me puedo comer rapidito y sin mucho refinamiento, una ensaladita con una pastica bien hecha, me ofrece mantequilla, Mi Pequeña Suiza debería hacerlo también. ¡Agregarle ajo y perejil lejos de reponer el daño lo incrementa!

Al fin llega la fondue (grumosa y sin esa textura aterciopelada que justamente es el encanto de este plato). El trinche que me pusieron del lado derecho de mi plato estaba sucio. Las guarniciones para la fondue eran patéticas: Una enorme y desproporcionada cesta del mismo pan infame, papitas colombianas cocinadas en aceite hasta la extenuación, media manzana troceada, unas dos salchichas de ínfima calidad. Nos sirvieron agua porque yo lo pedí, casi al final de la velada.

En contraste, la conversa con Reinaldo estaba tan interesante, que, en vez de irnos y dejarles ese carnaval ahí, nos dedicamos a comer, teníamos tres horas buscando algún lugar donde saciar el hambre. Al final la cuenta inverosímil: Ciento Ochenta y cinco mil cuarenta y cinco bolívares de los débiles (Bs. 185.045). Como sé que la propina es un lenguaje efectivísimo, no dejamos ni un céntimo.

Mi pequeña Suiza queda en El Hatillo, diagonal a Das Pastelhaus, al lado del Restaurant La Gorda.

5 probaron y opinaron:

Anónimo dijo...

Amiga, casi nos coneguimos ayer.. yo di vueltas por toda caracas, al llegar al hatillo mi consorte me pregunto: damos una vuelta en el carro o nos bajamos y caminamos..??? a lo cual respondí: nooooooo demos una vuelta y echemos un ojo.. al ver todo cerrado, con la misma nos fuimos.. !!Hubiera sido mejor una arepera de las únicas 2 que estaban abiertas en las mercedes..mijita vamos en retroceso, como van a estar cerrados los restaurantes en un feriado??? Pon tu restaurante y ya sabremos a donde ir los dias que querramos comer rico.. no importa que dia!!!! malo??? jajaja besos mayasi

Anónimo dijo...

¡Menos mal que acabo de leer tu comentario sobre este restaurant! Hoy 2 de enero llamé a dos amigas y pensamos ir a El Hatillo a comer, como guardo un buen recuerdo de Mi Pequeña Suiza, pensé que sería bueno visitarlo, pero al leer tu articulo, desisto. Iremos a otro lado ¿Sería que cambió de dueño?¿O de cocinero(a)?¡Que lástima!.
¡Felíz Año 2008!

Anónimo dijo...

Karina, bueno fijate que yo no tuve la misma experiencia que tu, por el contrario, tuve la oportunidad de ir a mediados de enero y fue una velada espectacular.

Fuimos 6 personas y la verdad es que desde que llegamos la pasamos muy bien, la atención, de primera; la comida, especialmemte el carpaccio de queso brie,la ensalada césar y la potance, fenomenal; entre los dueños y los mesoneros nos hicieron sentir en casa; de postre un fondue de nutella muy sabroso y probamos la creme brulee, la cual nos encanto.
En fin fué una visita muy agradable, la cual esperamos repetir mi familia y yo más amenudo.

Gracias... Sofía Valentina

Eliana dijo...

Disculpa que comente porque no te conozco, pero me identifico con tu comentario. Este fin de semana (18-julio-2009) fui con mi esposo porque tambien guardabamos un buen recuerdo, sin embargo nos paso algo similar que a ti, nos sirvieron un fondue con trozos de queso enteros que nunca se derritieron, la cesta de pan mas bien estaba llena de concha de pan y las verduras eran 3 brocolis (no exagero), unas zanahorias muy mal cortadas y celery :S, por esa burla, media botella de vino y un jugo pagamos 310 bs pero de los fuertes y sinceramente con eso compramos 6 cajas de fondue y lo preparamos mejor en casa.. tampoco dejamos propina!

Karina Pugh Briceño dijo...

Eliana, no te disculpes!!! Me encanta que me hayas dejado tu comentario porque creo que hay varias maneras de presionar a un restaurant para que mejore, y ésta es una de ellas.